La vida religiosa y democrática se parece a un enfermo que cree en su medico, acepta que su medicina es buena para curarle, pero no obedece a su medico, no toma la medicina. simplemente por que no es de su agrado.
La vida democrática religiosa se parece a una enferma que lee el recipe que le dio su doctor. Lo lee muchas veces, lo lee con fe, lo guarda en un lugar especial de mucho honor creyendo que haciendo eso agradará a su medico y sanará.
Cuando se siente peor pierde la confianza en su medico como si este fuera culpable de que ella no tome su medicina en ves de estar perdiendo el tiempo.
La mujer cree en el medico pero no hace el mas mínimo esfuerzo para comprar su medicina y tomársela y así sanar. Así es la democracia religiosa de Satanás. La gente dice creer en Dios, y en el libro sagrado sea la Biblia, La Torá o el Corán. pero no hacen el mas mínimo esfuerzo por obedecer la ley de Dios, vivir conforme a sus enseñanzas contenidas en esos libros. Por el contrario los convierten en manuales de rezos y oraciones, los recitan como versos, los guardan en lugares de honor. Pero por nada ponen en practica sus enseñanzas.Luego cuando los pudre la corrupción y los destruye el crimen, entonces dicen: ¿donde está Dios? si Dios existiera no permitiría estas cosas. Lo que dicen estos libros no debe ser verdad.Ellos ignoran que si todos viviéramos conforma a las leyes de Dios ningún mal nos alcanzaría. Ellos no se dan cuenta que aceptan como justas, sabias y buenas las recomendaciones de Dios que hay en esos libros para evitar el mal. Que esas enseñanzas son sanidad y salvación. Lo que no les agrada es cumplir con las leyes de Dios. Quieren ser salvos del mal pero sin apartarse de él. O sea seguir viviendo bajo la injusticia.
Prefieren seguir idolatrando los libros, con sus ritos hipócritas y vivir una fe ficticia.
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